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martes, 29 de abril de 2014

LA VIDA DE BRIANGEL

      A lo largo de la vida han habido personajes que han marcado un antes y un después en la historia, pero no todos los que han influido en el devenir de los tiempos han recibido el reconocimiento oportuno. Este es el caso de Briangel. Personaje extrovertido a la vez que introvertido. De espíritu inquieto pero a la vez tranquilo. Luchador empedernido a la vez que pacifista inactivo. No hay una característica clara que lo defina, pero de lo que no hay duda alguna es de la gran influencia que supuso su existencia para el devenir de la Humanidad. Os contaré lo que he podido descubrir de su vida y obra.
       Briangel nació en Palestina en el año 1 antes de Cristo. Su infancia estuvo marcada por el nacimiento en una aldea vecina del pequeño Jesucristo. Fueron amigos desde pequeños. Se les vió jugar a orillas del rio Eufrates junto a las vacas sagradas indias, haciéndoles trencitas en la cola (pero en la cola larga... con la que espantan las moscas). Protagonizaron multitud de aventuras pero quizás la mas destacada fue la que realizaron en el humilde portal de Belén Esteban, tía abuela de Briangel, cuando estando el padre de Jesús construyendo el arca encargada por Noé, no tuvieron otra idea que la de realizar un agujero en la quilla para que cuando la pusieran en el mar se hundiera irremediablemente.
        Con el paso de los años, la edad, lejos de sofocar sus calores infantiles, parece ser que los aumentó, de ahí que sus padres decidieran llevarlo a un matasanos de muy buena reputación que vivía en Jerusalen cuyo nombre figura en las escrituras bajo el seudónimo de San Juan bautista. Éste al verlo decidió sumergirlo en las aguas del río Jordán, para ver si el frescor de las mismas podría apaciguar esos calores internos que Briangel padecía desde bien pequeño y que le hacían realizar mil y una travesuras. La historia no nos revela datos acerca de esa inmersión, pero por las crónicas de la época podemos dilucidar que ese río dejó de llamarse así y pasó a llamarse río amarillo, porque desde aquel día sus aguas cambiaron de color. La única explicación que los científicos daban es que la reacción entre el PH del agua del río y la de la piel mugriente de Briangel, que llevaba doce años sin ducharse, protagonizó ese cambio en el color de las aguas que aún hoy en día perdura. Es más, en algunos escritos figura que Briangel sufrió un descolorimiento en la parte derecha de su pecho y brazo, formando a modo de un dibujo no se sabe muy bien de qué. Ya en plena juventud, nuestro héroe fue protagonista de un sinfín de aventuras. Cabe destacar la que realizó en las bodas de Canaán, donde el novio era el archiconocido Antonio Fenollosa, primo del interfecto. Tal era su intranquilidad ante las vicisitudes de la vida, que en el mismo banquete decidió beberse el vino guardado durante años para la ocasión y desparramar todo el que le sobró por la  ladera abajo, todo ello debido a la  impresionante cogorza que agarró el "melenas" (como le llamaban sus amigos más cercanos). No contento con ello utilizó el pan y el pescado de la boda para crear un ambiente underground más propio de una reunión de espiritistas luciferianos que de una boda religiosa. Los embadurnó con pegamento y los pegó uno a uno por las paredes del local. Menos mal que su amigo Jesucristo, que milagrosamente habia sido invitado también a la boda, convenció a los allí presentes para que no lo lapidaran y sacando de su bolsillo un buen fajo de billetes lo entregó a los esponsales para que fueran al Mercadona del barrio a por más pan y peces.
           También conocida es su aventura con Lázaro, aquel pobre ciego de la ciudad de Judea al que llevaba de verbena en verbena haciéndolo pasar por muerto en las actuaciones que protagonizaba con su orquesta "Briangel, el milagro de la música". Le colocaba unas gafas oscuras, lo metia en un ataud puesto en pie para que la gente lo viera y en mitad de las actuaciones salia de la caja y se pegaba con todo aquello que le rodeaba, bateria, pianola, cables... en fin un desastre, y la gente no paraba de repetir gritando "milagro, milagro". Y así durante 115 años, edad en la que ya harto de protagonizar catastrofes decidió abandonar este mundo. Si,  pero literalmente como digo, porque que se sepa no murió, sino que tal y como se cuenta en el libro de Ezequiel "Briangel se subió a una rueda que vino del espacio y se fué más allá de las estrellas". La leyenda cuenta que sus últimas palabras fueron "Regresaré a la tierra convertido en Padre". MariayJesus están rezando para que ese día llegue lo más tarde posible. Y hasta aquí la historia de este rebelde, protagonista de muchas historias que con el paso de los siglos se le han adjudicado a su amigo Jesus, pero de las que realmente fué él  el protagonista. ¿Mentira o Verdad?

6 comentarios:

  1. Lazaro era ciego o no podía andar,?porque me lío.No sabia que la dinastía de los Fenollosa era de tan rancio abolengo y tan antigua.eltiolavara.tom

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  2. Que inteligencia la suya señor Fenollosa , sabeis hablar casi de todo.Lo que se os paso esque Briangel tuvo descendencia lo cual me hace muy raro q no los memcione.(En mi familia somos asi)

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    1. Si se fija querida lectora, vera que digo que Briangel volverá a la tierra cuando sea padre, y creo que ya lo es, por lo tanto debe encontrarse de nuevo entre nosotros, ¡¡¡Ojito!!!!

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  3. Un placer leer siempre sus lineas en esta ocasion las hago mas mias si cabe.

    Muchas gracias sr fenollosa por cierto, celebre verle en persona la semana pasada.

    Un abrazo.
    Chimpangel

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    1. ¿Lo celebró y no me invitó? Creo que usted y yo tenemos que hablar largo y tendido (si puede ser en esa hamaca tan comoda que tiene)

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