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lunes, 30 de mayo de 2016

MAMA, QUIERO SER ESPIA

         No debería contaros esto, pero como sé que puedo confiar en vosotros y que no se lo vais a contar a nadie, os diré que mi verdadera profesión es la de espía. Todo lo que sabéis de mi es una tapadera para ocultar mi verdadera identidad. Ya desde que era un niño mi gran ilusión había sido la de ser descubridor, pero no como Cristóbal Colón, no, de los de la otra clase, como Pasteur, Fleming, Ochoa... ¡Un gran descubridor! Pero como todo en la vida, una cosa es lo que se desea y otra lo que puedes conseguir. Mis notas nunca dieron para ser científico y mi carácter no es nada aventurero, así que me tuve que conformar con hacerme espía. Y lo suyo me costó, mas de 20 veces me presenté al examen y siempre me suspendían por poner mi verdadero nombre y dirección. Claro, es que si quieres ser un buen espía nadie debe conocer tu identidad. Así que al final me di cuenta de mi error y decidí copiar enteramente el examen de mi compañero de mesa. Debe ser que lo hice de maravilla, porque a mi me aprobaron y a él lo echaron para siempre de la Academia, dicen que por dejarse "pillar", pero yo creo que fue por mi gran saber estar en situaciones límites, total solo tuve que decirle al profe: "Don Mateo, Luis está dejándose copiar". Y lo echaron ipsofacto.
            Entre mis casos más destacados está la operación "Mortadelo", que consistía en introducirme en las sedes de los grandes partidos y averiguar los entresijos de dichas organizaciones. Por mi se descubrió el pastel que se repartían unos y otros. Os contaré como lo hice. Al primer sitio al que intenté introducirme fue en el PP. Para ello me disfracé de corrupto, un buen traje acompañado de corbata a juego y el pelo bien engominado. Me presenté en las oficinas de Génova y a la chica de recepción le dije sutilmente : "Buenos días, soy un corrupto, vengo a depositar mi maletín lleno de dinero en algún despacho ocupado y colocar unos micrófonos". La chica se comportó de maravilla conmigo: "Encantada Sr. Corrupto, ahora mismo aviso a Mª Dolores para que le abra el despacho del Sr Presidente. Cuanto tiempo sin venir ninguno de ustedes, se va a llevar una sorpresa muy grande cuando lo vea". Y así fue. Todo fueron atenciones para conmigo, no me pusieron ni la mas mínima traba a la realización de mi trabajo. Es más, incluso la misma Cospe me dijo: "Como se nota que es usted un profesional. Así da gusto trabajar".
              El segundo paso fue disfrazarme de empresario en quiebra y dirigirme a Andalucía a la sede del PSOE. Allí igual. Me atendió un chaval muy majo que me dio todo tipo de facilidades, con solo decirle que era un empresario en quiebra que quería hacer un Ere a mis operarios, pero que al tener solo a 10 en plantilla no me dejaban hacerlo. Llamó enseguida a Don Manuel y me lo solucionó. Me facilitó 50 trabajadores más para poner en plantilla y él mismo me rellenó los impresos para solicitarlo. Fue aprobado inmediatamente. Coloqué cámaras por todos los despachos y me dieron un sin fin de facilidades para desarrollar mi trabajo. ¡Que gusto trabajar así!.
             El tercer paso fue disfrazarme de Naranjito y acudir a la sede de Ciudadanos. "Hola, soy vuestra mascota, vengo a ver al Jefe". El chaval de la entrada, majísimo. "¡Ayyy! déjeme hacerme una foto con usted para tenerla de recuerdo". Inmejorable su actitud. Llamó a Albert y se sintió de momento sorprendido: "Si nosotros no tenemos a nadie imputado, no entiendo a que viene". "No se preocupe, hoy no hay nadie y mañana aparecen debajo de las alfombras. Además como casi todos sus afiliados provienen del PP, lo mas seguro es que en no mas tardar de un par de años, ustedes tendrán al menos la mitad de corruptos que el PP. Déles tiempo y verán como no defraudan". Y a partir de ahí todo fueron facilidades. ¡Que gusto trabajar así!.
                Y ya el último paso fue disfrazarme de pajarito de Chávez y acudir a la sede de Podemos. En la entrada estaba Carolina dándo de mamar a su hijo, que escena mas tierna y cercana al pueblo. Le dije que venía a comprar España para hundirla y que con quien podía hablar para ello. Me acompañó a ver a Pablo, coloqué mis cámaras de televisión por cable de modo que pudiera grabar todo lo que allí acontecía, saqué 300 euros del bolsillo y se los entregué a Pablo. Le dije:" Con esto me quedo con España, que no la quiero "pa ná" solo para arruinarla" Y Pablo se puso a llorar de la emoción: "A sus órdenes Comandante. España es suya". ¡Que gran trabajo, asi da gusto!.
                  Y esa ha sido mi historia de espías, espero que pronto empiece una nueva Legislatura y poder volver a ejercer ese trabajo que tanto me gusta. ¿Mentira o Verdad?

4 comentarios:

  1. jejejeje muy bueno Sr. Fenollosa

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  2. Siga,siga espiando,confiamos en vd.para continuar confiando con nustros políticos tan auténticos. Je.je je

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    1. Ya tengo las cámaras y los micros preparados para la próxima legislatura. ¡Deseandico estoy ya de que empiece!

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