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lunes, 9 de febrero de 2015

¿ES SANO EL DEPORTE?

              Como buen cabezón que soy, yo sigo erre que erre con mi manía del culto al cuerpo a través del deporte. Después de mi mala experiencia con los gimnasios, he decidido dedicarme a deportes al aire libre, donde la naturaleza te puede dar esas dosis de fuerza extra que un sitio cerrado no te proporciona. Para ello me he unido a un grupo de running del que es socio mi amiguete Ernesto, que dicho sea de paso, es el que me convenció para embarcarme en esta aventura. Ayer fué el primer día que salimos a correr y la experiencia fue... fue.... fue.... bueno, juzgarla vosotros.
         Eran las 8 de la mañana cuando quedamos en el Parque de Cabecera, hora sumamente intempestiva para mis biorritmos, que están mas acostumbrados a horarios nocturnos que diurnos. Una vez todos reunidos, aproximadamente unas 20 personas, decidimos la ruta a seguir. Bueno eso de "decidimos" es mucho decir, porque como pasa en todos los grupos siempre hay alguien que habla por voz de todos y a mi, la verdad, es que nadie me pidió opinión cuando decidieron ir hasta La Cañada y almorzar allí en casa Vitorio una buena barra de pan rústico de un cuarto de kilo bien rellena de chorizos y morcillas. Aunque la distancia en mi opinión era un poco larga, esa idea del entrepán bien relleno parece que me decidió a aceptar el reto "¡Eah! todo sea por conocer al Vitorio ese" Me dije para coger moral. Asi que nos pusimos en marcha.
                A los diez minutos de marcha mi amigo Ernesto me dijo "Jose, venga leñe, acelera un poco que hace más de 5 minutos que hemos perdido de vista al grupo y solo llevamos 400 metros recorridos" Aquello me sentó como una puñalada trapera "¿Como puedes hablarme así? Si voy a tope, como aumente el ritmo se me salen los higadillos". Iba con todo, no me quedaban reservas, no comprendí como mi amigo no se daba cuenta de que iba al máximo. "Es que como sigas a este ritmo se te van a subir los gemelos" me dijo él"¿Los gemelos? Pero si hace ya rato que parece que lo que se me han subido son los Chunguitos encima" Y es que ya no notaba los pies, los llevaba arrastrando. Era como si me los hubieran introducido en unas cubetas de hormigón y éste ya hubiera fraguado. Me tropezaba hasta con las hojas caídas de los árboles. No podía ni siquiera levantarlos para esquivarlas. Pero no contento con ello aún me espetó "No llevas la respiración acompasada, abre bien los pulmones para que te entre el oxigeno" ¡Dios, esto fue la puntilla! "Pero si hace ya rato que los pulmones se fueron de mi cuerpo porque no aguantaban mas esfuerzo". Me habían abandonado a mi suerte. 
                A pesar de todo yo continué corriendo, como si la vida me fuera en ello. A los siguientes 10 minutos Ernesto volvió a intentar motivarme "Venga Jose, ánimo, que casi llegamos ya al primer kilómetro" ¡Después de media hora corriendo a tope, dejándome la piel en cada zancada que daba ¿Todavía no llevábamos 1 km recorrido?! ¡Que bajón me dio el cuerpo! ¡Si de normal, andando, en ese tiempo yo ya me habría hecho 3 Km! ¡Que desastre! Pero aún así yo persistí en el intento. Apreté los dientes, baje la cabeza para que el aire no me frenase y me quitara velocidad y continué la marcha. Al momento noté una sensación extrañísima, era mi corazón. Lo vi adelantarme por la derecha. Tanta velocidad debía llevar en mi interior que se salió por la boca y me adelantó. Creí desfallecer, hasta que oí las palabras de Ernesto "Has visto a esos corriendo disfrazados de corazón. Que poco sentido del ridículo tienen" Menos mal, no era el mio, ni estaba teniendo visiones. Eso parece que me enarboló un poco y sacando fuerzas de no se donde seguí corriendo.
                 Llevábamos ya casi tres cuartos de hora de marcha cuando de repente noté un latigazo en la zona pélvica cercana a las posaderas. Era la ciática, lo que me faltaba. se me empezaba a pinzar el nervio ciático con lo doloroso que es eso. Me salían lágrimas de los ojos como bolas de billar. Yo movía la cadera de izquierda a derecha con un ligero contoneo central, que más parecía que estaba bailando la lambada, para ver si así se me iba el dolor y parece que poco a poco éste fue desapareciendo. Menos mal, porque me hubiera sentado muy mal haber tenido que abandonar por una lesión. Pero conforme iban pasando los minutos yo iba a peor. De repente parecía que el cielo se había roto y un gran chaparrón se cernía sobre nosotros, pero algo no me cuadraba, solo estaba mojado por donde yo pasaba, el resto de las zonas estaban completamente secas. Miré a Ernesto y este me miró a mí "Te dije que te cogieras una cinta de esas del pelo para ponértela en la frente que te empapara el sudor" Me dijo mi amiguete. "Creí que era una broma: cinta... pelo... Jose... Para echarnos unas risas, vamos"  No pensé que lo dijera en serio, por eso no le hice caso y como es invierno y no hace mucho calor... no creí nunca que pudiera sudar. Y casi acierto, porque a aquello no se le podía llamar sudar. Aquello era como un tsunami que de repente te inunda y te deja empapado de arriba a abajo. Me sudaban hasta las pestañas.
              Menos mal que el "temporal" pasó y cuando ya no me quedaba ni una gota más de agua en el organismo, decidí parar. Le dije a mi amigo "Hasta aquí he llegado, no puedo mas. Es el kilómetro mas largo que he hecho en mi vida. Me rindo"
"Esta bien Jose, dejémoslo ya y volvamos a casa" Me dijo en tono quejumbroso. De repente oímos a un grupo de gente en un coche gritando "Ernesto, Ernesto, aquiiií... ¿Te vienes a casa Vitorio a almorzar? lo que pasa es que solo cabe uno en el coche, vamos completos" Me miró con ojos ávidos de comida y no pude nada mas que decirle "Anda, súbete con tu hermano y al menos que uno de los dos consiga el premio del almuerzo" Me dió un fuerte abrazo y desapareció en la lejanía montado en el coche de su hermano camino casa Vitorio donde le esperaban esos bocatas de chorizo y morcilla tan... tan.... Aún se me hace la boca agua de imaginarlos. En fin, ahí es donde me di cuenta de "La importancia de llamarse Ernesto". ¿Mentira o Verdad?

16 comentarios:

  1. Yo quiero verte con una cinta pal pelo... En el pecho te la podrías poner!!!
    No te eches patrás, todos los principios son difíciles, después de 25 años practicando running ( antes llamado sin pa...) , te digo que te ahorras un dinero a fin de mes, aunque la cosa está jodida, los camareros hacen running (antes llamado salir a correr) y..... un consejo, la panceta y la morcilla en el mismo bocadillo resta mucha velocidad, creo que son aerofagicas y no aerodinámicas, aunque en un determinado moment,, resultan como el turbo en un motor... Una gran explosión!!
    Animo, no decaigas y a por Vitorino!!

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    1. Jajajaja, creo que a mi me faltó ese "turbo" del que hablas. ¡A por Vitorino!

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  2. Ay pobre q mal lo debiste pasar; esta claro q lo tuyo no es correr no señor; si al menos uvieses ido al vitorio a almozar igual para otra vez te entraria motivación. ¿Ni en el maletero te pudo meter tu amigo?
    Bueno señor Fenollosa alguna sonrisa me ha arrancado imaginando la escena. (En mi familia somos asi )

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    1. Aunque no pude terminar la carrera, me daré por satisfecho si al menos he hecho reir a alguien.

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  3. jajajaja muy bueno como siempre . me parto visualizando las escenas jijiji!

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    1. ¿Cuantas veces me has escrito? Si es que teneis móviles demasiado avanzados, cuando tu quieres terminar de escribir el mensaje, el ya lo ha enviado dos veces, jejeje.

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  4. Jejejeje pero como se ocurre.......ya no te acuerdas que tu última carrera fue en la Joia y en pantalón vaquero........que mala es la edad y que bueno llamarse Ernesto.
    La próxima vez empieza desde La Cañada y con el buche lleno.......es cuesta abajo....jajajajajaja

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    1. Pues llevas razón. El truco va a estar en eso, comer primero y ... una buena siesta después, jejeje.

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  5. No me lo puedo creer Sr. Fenollosa, usted en pantalón corto preparándose para alguna maratón del lugar?
    Me he despachado de risas muy muy a gusto. Es usted un todoterreno en esto del arte de escribir.

    No olvide hacer un alto en el camino la próxima vez por La Pobla de Vallbona y le avituallaremos yo y mi mujer de ricas longanizas y morcillas a la brasa.

    Por eso del turbo.........

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    1. Le cojo la palabra. La próxima carrera será hasta la pobla y puede que me tengan allí de invitado mas días de lo que ustedes puedan soportar, jejeje.

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  6. hasta carcajadas han salido¡¡¡¡ me parto con su experiencia es buenísimo, me lo imagino con su chandal de talla grande, y sus conver marca la tórtola atadas hasta los tobillos haciéndolos amorcillados y la mariconera en la cintura con la cantimplora, no le faltaría detalle. Avise la próxima vez y sere yo la que pase con el coche , y me llevare a Ernesto jajajaaaa ...... para que no se coma las morcillas y la panceta.

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    1. Ni que me hubieras visto, de verdad, iba vestido tal y como has relatado, excepto lo de la mariconera a la cintura, yo soy mas de bandolera.

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  7. Te comprendo Fenollosa,el runnin o cualquier variante del mismo ,lo unico que da son tullidos( con respeto para ellos)mis intentos de hacer deporte,o algo parecido han sido siempre inutiles,ahora la próxima salida avisa y lo esperamos en casa Vitorio oalgo parecido.eltiolavara.tom.

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    1. Mejor que esperarme allí sería que me llevase calentito en su coche todo terreno.

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  8. El domingo tengo carrera... ,te apuntas.
    ����El cherman.����

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    1. Es que se me han subido los chunguitos y no quieren bajarse. Si eso dime donde esta el avituallamiento y alli te espero

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