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martes, 9 de diciembre de 2014

GIMNASIOS: CULTO AL CUERPO

             Desde tiempos inmemoriables el culto al cuerpo ha sido una preocupación que se ha dado en todas las culturas por las que ha pasado la historia de la humanidad. Recordemos por ejemplo la Grecia clásica, donde las esculturas que hemos heredado nos indican sin lugar a dudas que tener un cuerpo hercúleo era algo muy importante entre las gentes de la época. O la de los romanos, donde los gladiadores eran tratados como Dioses del Olimpo. Mas cercano en el tiempo nos encontramos con el Renacimiento donde, como no, la pasión que desataban los cuerpos bien proporcionados y musculosos era inaudita. Y así ha llegado hasta hoy en día, cuando esta idolatría por el cuerpo humano ha alcanzado unos niveles de exageración máxima. Creo no engañaros si os digo que nunca en ningún momento de la Historia de la humanidad el cuerpo ha sido tan venerado como ahora. Raro es no conocer a alguna persona que vaya al gimnasio un par de veces a la semana o al spa, a pilates, a yoga, a darse rayos uva... etc, etc.
             Nos hemos convertido en devoradores de músculos y en obsesos de un cuerpo diez. Queremos tener incluso aquellos músculos que no existen pero de los que hemos oído en antiguas leyendas que las gentes que los poseían se convertían en seres superiores al resto de los mortales. Fijaros hasta donde ha llegado el grado de veneración por la musculatura y la influencia que nos ejerce la publicidad que incluso yo, si, habéis oído bien, incluso yo, me he apuntado a un gimnasio para fortalecer mi exoesqueleto y convertirme en un "musculman" de esos.
             Todo comenzó una mañana de jueves a las 11,30 , recuerdo perfectamente la hora porque mi mujer entró en la habitación y me dijo: "Venga perro, levántate ya de la cama que son mas de las doce" y era mentira, solo eran las 11,30. Las mujeres es que sois así, no podéis ver a un hombre en estado pensativo y feliz porque os hace sentir inferiores. Pero vayamos al tema. Como todas las mañanas encendí la tele y en uno de esos anuncios que nunca vemos porque nos ponemos a zapear, apareció ante mí una figura humana que parecía salida de un cuento de Dioses. Era increíble ver que un cuerpo podía llegar a convertirse en una cosa tan espectacular como aquella. Me miré de arriba a abajo y comparé aquel Adonis conmigo mismo. ¡Dios! Si parecíamos animales de distinta especie. Yo era como una vasija llena de órganos pero exenta de forma alguna, aunque bien podríamos decir que lo mas parecido a mi cuerpo era un botijo de esos chaparretes. Donde aquella "escultura griega" tenía tabletas como las del chocolate, yo tenía una "tablet" hinchada como cuando se estropean las pilas y se vuelven amorfas. Me entró tal bajón que desde aquel mismo instante decidí ponerme en manos de gente especializada en fabricación de cuerpos esculturales, es decir, me apunté a un gimnasio. Me puse mi chándal de táctel, el que me regalaron los amigos el día de la boda y me encaminé hacia La Gloria (es que el gimnasio se llama así).
            Nada más llegar a la puerta, el cartel publicitario que tenían allí colgado casi hace que me diera la vuelta y me volviese para casa. Había un tio "superhinchado" que tenía los brazos mas grandes que mi espalda, pero tomé aire y entré para dentro. Me dirigí hacia la señorita que estaba en el mostrador y le dije: "Buenas, vengo a ver si me pueden poner músculos en el cuerpo, pero no tantos como los que tiene el tipo ese del cartel, con la mitad de los que tiene ya me conformo yo".
La señorita, muy amable ella, se sonrió y me dijo: "No se preocupe usted, creo que haría falta un milagro y mas de 20 años de entrenamiento para poder sacar de "eso" que tiene usted por cuerpo un par de músculos como los que tiene Gregory, pero tranquilo que algo intentaremos hacer".
Verdaderamente humillantes las palabras, pero no podía rebatir sus argumentos, llevaba toda la razón del mundo. Cada uno tiene lo que tiene y no hay mas, así que le dije que por donde podíamos empezar a trabajar este cuerpo serrano (y bien serrano) a lo que ella contestó: "Mire, pruebe en esa máquina de la derecha que servirá para fortalecerle los biceps y los triceps". A lo cual le contesté: "Mientras que lo que no me fortalezca sean los triglicéridos que los tengo un poco subiditos de tono...".
Me acerqué al susodicho aparato, empecé a mirarlo por arriba, por abajo, de lado... pero ni por más. Le pegué la vuelta, incluso lo puse del revés pero nada, de ninguna de las maneras había forma de encontrar la maldita ranurita para echarle el euro. Me di por vencido, así que me fui hacia las pesas, cogí la barra, le puse un par de discos de 10 kg (por supuesto no quería empezar llamando la atención) me coloqué en posición de levantamiento y.... ¡¡Agggghhh! Dios, esto si que no me lo esperaba, me quedé en cuclillas con el culo en pompa y no me podía mover, era un tirón y para postre se me rajó el pantalón del chándal. ¡Que espectáculo tan bochornoso!. Todo el gimnasio me estaba mirando. Enseguida vinieron dos ciclaos de esos que habitan en estos lugares y como si de un saco de patatas se tratara, me incorporaron de la mejor forma posible, les oí decir "Estira, tú de los pies y yo de los brazos, una, dos y tres... ¡ahora!" Y no recuerdo nada mas. Me desmayé. Cuando recuperé la consciencia estaba acostado en la cama de un hospital con dos goteros conectados a mis famélicos brazos. En eso entró una enfermera y me dijo: "Caballero, debe tener usted unos músculos de hierro, hemos roto tres agujas para poder ponerle los goteros" Se me dibujó una sonrisa en la cara y pensé: "Que verdad tienen los que dicen que la belleza está en el interior, bíceps no se me ven por fuera, pero por dentro soy todo un toro". Y esta fué mi corta relación con los gimnasios y mi culto al cuerpo. ¿Mentira o Verdad?

20 comentarios:

  1. Te entiendo querido Fenollosa, ya sabes que llevo mucho tiempo en el gimnasi,, dándole culto al cuerpo y poniéndome cachas, de hecho, tan cachas que el médico me ha recetado medicamentos para la cantidad de bultos que tengo en el abdomen, no se cree que sea una tableta, y es que tengo más músculos q existen, buen,, le dejo que ahora toca tratamiento facial y un blanqueado anal.... es la moda!!!!!

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    1. Perfecto señor Ronalo, siga con su blanqueo que ya parece Michael jackson pero por detras.

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  2. Yo tambien he tenido ganas de apuntarme al gimnasio,pero me fui al bar me tome una cervecita y unas tapas y espere que se me pasaran las ganas.Ahora yo tambien iba con mi chandal de tactel,con mi bolsa,mi toalla,y algo muy importante que usted no llevaba,era mi cinta para la frente para el sudor,importante,en fin lo dejare para otra ocasión que me vengan las ganas.eltiolavara.tom

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    1. Si nos apuntamos juntos en el gimnasio La Gloria nos hacen descuento y si me dice de que color es su cinta para la frente, yo me la comprare igual para no desentonar.

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  3. Uhhhhhh yo todos los dias tambien acudo a un gimnasio ; estiramiento de bices y triceps y triceps (hacer ventanales) abdominales (ir recogiendo todo lo que hay por el suelo) la
    cinta (desde mi casa al metro que casi siempre lo pierdo) pesas (cubos de agua para
    fregar las terrazas)sauna(cuando me pongo a planchar ) en fin y aun tengo la suerte que me pagan. (En ni familia somos asi)

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    1. ¿Podria darme usted la direccion de ese gimnasio? Si pagan bien igual me apunto...

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  4. jajajajaja!! muy bueno. lo he visualizado todo

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  5. Jajajajajajajaja muy bueno si Sr. Fenollosa!!.

    Ciertamente ingenioso que bien llegar al despacho y esbozar una sonrisa enorme.
    Gracias!
    Por cierto yo suelo ir al "gim" todos los días pero no hay manera de muscularse...cenita aquí cenita allá con los mismos compañeros/as del gim..
    Que le voy a contar, un putiferio eso es lo que es.
    Sino fuese por la cantidad de sexo que uno adquiere en estos acontecimientos a buenas horas iba yo a tener esta cinturita de avispa......

    Un abrazo muy fuerte, gran texto!

    Chimpangel

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  6. Eso es digno de un monólogo no he parado de reírme.
    Ole

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    1. no, si digno de un mono ya lo es, vamos que si lo es, jejeje

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  7. El mejor culto que se puede dar al cuerpo es a base de un buen atracón de langostinos tigre, mejillones del mediterráneo, caviar iraní y un pulpo a la gallega. Todo ello bien regado con un buen vino manchego y… mañana será otro día.

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  8. jajaaaaa¡¡¡¡¡¡ no puedo dejar de reir sabia que tenia muy buena critica esta entrega y es verdad . Que guapo debes estar con ese chándal que te esta tan apretadito, lo digo por que lo tienes ya unos cuantos años. Me encantaría que vinieras a mi gim y a mis compis pilateras también, no se llama Gloria como el tuyo aunque ahora mismo no caigo en su nombre real todas le llamamos " apreta el culete que se te va el pedete" Animese

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    1. Ya te enviare una foto mia con el chandal puesto, una ricura.

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  9. A mi, las tabletas que mas me gustan son las de chocolate y si seacompañan con un buen trozo de torta de pasas y nueces MEJOR,
    El chandal me lo pongo para q.no se noten las tabletas,ja,ja,ja
    Maribus.

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    1. Somos del mismo gusto por las tabletas, lastima que en los gimnasios no abunden las de esa clase

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