LEYENDAS URBANAS

        Por el mundo circulan una serie de historias, verídicas o no, a las que la gente les da una credibilidad inaudita. Tanto es así, que nos creemos sin dudar que "Un burro vuela" mucho antes que "El gobierno dice que la crisis ha terminado". ¿No será esto último mucho más creíble? (hombre, ponedle un poco de fantasía al asunto). Pues no. La gente aún dice "oye, que con los adelantos que hay, igual le han hecho una transmutación de sangre contaminá, vete tu a saber de qué, y a lo mejor consiguen que vuelen".

Y es que las personas somos así, lo inverosímil nos parece factible, y lo factible inverosímil (¡Uy que palabros más técnicos estoy usando, no me vais a entender). Voy a relataros algunas de estas leyendas urbanas que circulan por ahí, seguro que la mayoría las conocéis pero me da igual, las voy a contar si o si.

- Autoestopista fantasma : Cuantos viajes no habremos hecho contando siempre la misma historia : "Un mujer que estaba haciendo autostop de noche se sube al coche y cuando llega a una curva le dice al conductor: cuidado con esa curva, ahí me mate yo. El conductor mira para atrás y la chica ya no está" ¡Pero que te has fumao! Eso no se lo cree nadie. ¡Una mujer de noche haciendo autostop! ¿No seria una pilingüe en una rotonda? Seguro que fue una ilusión erótica de algún desagenciao.

- El cocodrilo en las cloacas : Como alguien se puede creer que en las alcantarillas vive un cocodrilo. ¿Y de que se alimenta? ¿Que tiene, visión nocturna como los gatos? Y siendo un animal de sangre fría, que pasa, ¿Que no necesita el sol para poder vivir? ¡ah no, que con la luz que pasa por las rejillas de la alcantarilla tiene suficiente!. Vaya incultura.

- Ricky Martin y el perro : Vamos, esta si que es para premio. Lo más curioso de este caso es que la mayoría de la gente decía que había visto el programa donde aparecían las imágenes de la niña haciendo.... ya sabéis.... juegos eróticos con el perro, y Ricky Martin saliendo del armario y viéndolo todo. La verdad es que al que se le ocurrió la idea de lanzar este bulo se ha coronado pero bien (dicen las malas lenguas que fue un tal Antonio Fen....sa , ahí lo dejo, que crezca la leyenda).

- Imágenes de anuncios durante las películas : Dicen que en los años 50 un director de cine norteamericano intercalaba fotogramas de algún refresco conocido, de décimas de segundo de duración, entre los fotogramas de sus películas, siendo inapreciables para el ojo humano, pero no así para la mente, y que la gente cuando terminaba la película iba al super a comprar esa bebida en cuestión. Yo si me lo creo, porque hay muchas veces que cuando termina una película me entran unas ganas irrefrenables de ir a la farmacia a comprar un antivomitivo ¡de lo mala que es la condená!

- El pecho de Ana Obregon : La dulce Anita viajaba en avión cuando debido a un cambio de la presión atmosférica en el interior del aparato le explotó uno de sus pechos de silicona. ¡A ver almas de cántaro! En un avión no se pueden dar cambios de presión, si esto fuera posible, no solo explotaría el pecho de la Obregón, también explotarían nuestras cabezas desparramando nuestros sesos por los asientos, mezclándose con las vísceras abdominales, la sangre coagulada y putrefacta y yo que sé que más cosas comestibles y apetitosas de las que somos portadores en nuestro organismo.

- A los chinos no se les entierra : Dicen que los chinos cuando mueren son introducidos en los contenedores de los barcos que traen las mercancías para ser vendidas en sus tiendas y que por eso no se ven nunca funerales ni entierros de chinos. Y me pregunto yo ¿Quién ha hecho guardia en todos los cementerios de España para ver si es cierto que nunca se ha enterrado a ninguno? Pues que poco tiene que hacer esa persona para perder así el tiempo. ¡Si es que tié que haber gente pa tó!

         Resumiendo, nos comen el tarro de mala manera. Las personas somos así, crédulos por naturaleza, pero solo de las cosas imposi-increíbles. ¿Mentira o verdad?.

         PD.: Me cuenta un conocido que hace unos días le contó un amigo que había oído de unos clientes que un archiconocido multimillonario estadounidense estaba acaparando todo el pan de las panaderías. ¿Qué acaso se esparaba alguna guerra? ¿Alguna época de escasez debido a inclemencias meteorológicas? Nada de eso, simplemente que el hombre cuando fue a comprar el pan, el panadero le dijo "pues sepa usted que se le va a poner dura" y claro, el hombre desde entonces no quiere que se le vuelva a poner "blanda" (Un chistaco para terminar). Seguro que si os llego a decir cualquiera de las dos posibles respuestas que os he dado al porqué del acaparamiento del pan os la habríais creído sin rechistar, lo cual demuestra mi tesis sobre el ser humano.